Camino hacia la Pascua: Un cambio de Lógica

En este camino hacia la Pascua nos encontramos frente al reto de vivir desde “otra lógica”: la de Jesús muerto y resucitado que nos hace gustar que “por el camino de las pérdidas encontramos las ganancias”. Perder es, de entrada, palpar un límite. Pero también tenemos experiencia de que las pérdidas son fuente de muchas y profundas enseñanzas. De hecho, la madurez bien puede medirse por el poder de asimilar dichas pérdidas. El saber perder se inscribe dentro de la virtud de la fortaleza. Hay personas que no han perdido nada, simplemente porque les ha resultado más cómodo no emprender nada, ni intentar nada. Esta cobardía se paga muy caro, cuando al fin se ve que por no perder cosas en la vida se ha perdido la vida misma. Seguramente en este sentido nos advierte Cristo que hay que saber perderlo todo para ganarlo todo: la gloria de la Pascua empieza en la Cruz.

Beato Oscar Romero. Una homilía de 1979

“A cada uno de nosotros nos está diciendo Cristo: si quieres que tu vida y tu misión fructifique como la mía, haz como yo: conviértete en grano que se deja sepultar... El que rehuye el sufrimiento se quedará solo. No hay gente más sola que los egoístas. Pero, si por amor a los otros, das tu vida, como yo la voy a dar por todos, cosecharás muchos frutos, tendrás las satisfacciones más hondas.  

El que quiera estar bien, el que no quiera tener compromisos, el que no se quiere meter en líos, el que quiere estar al margen de una situación en que todos tenemos que comprometernos, ese perderá su vida. Qué cosa más horrorosa haber vivido bien cómodo sin ningún sufrimiento, no metiéndose en problemas, bien tranquilo, bien instalado, bien relacionado políticamente, económicamente, socialmente. Nada le hacía falta, todo lo tenía. ¿De qué sirve?. Perderá su alma. Pero el que por amor a mi se desinstale y acompañe al pueblo, y vaya en el sufrimiento del pobre, y se encarne y sienta suyo el dolor, el atropello, ese ganará su vida”.