Revista "El Colibrí" 30

Se trata del «reino de Dios», Colibrí... y ahora nos piden que veamos cómo lo hemos vivido en estos últimos 6 años, así que para ello, antes tenemos que reflexionar en algo tan importante como que es el «reino de Dios...» algo tan fácil y tan difícil de describir a la vez... porque ¿sabes Colibrí? «el reino de Dios está dentro de nosotras...» (Lc 17,20-21).

Así que si está dentro de mí, no será tan difícil descubrirlo ¿no te parece...? Yo a veces pienso que será como ir viendo qué es lo que me ayuda a estar más contenta..., lo que hace que por las noches, cuando voy a cerrar los ojos para dormirme, unas veces me siento desazonada, y hasta que no descubro porqué, y le pido a Dios perdón y luz para cambiar de rumbo de mis pasos al día siguiente, no me puedo dormir... y otras veces Colibrí, cuando siento que he dejado salir de mí, lo más mío, lo mejor... el cariño a las personas que me rodean, el dolor por las que sufren... y eso ha sido lo que ha estado moviendo mis pies y mis manos y mi corazón a lo largo de todo el día... entonces, nada más acostarme, me duermo en paz... ¿crees que será porque he dejado que el reino de Dios se fuera realizando poco a poco con mis manos y mis pies y mis ojos y mi corazón...?

Pero eso solo no es, colibrí... porque al poco tiempo otra vez viene el desasosiego a roer en mi interior... y algo me dice que puedo hacer más, que alguien sufre en algún sitio, y mi corazón que antes estaba lleno de alegría se llena de dolor a la vez... y ¿sabes? También me han dicho que Jesús dijo, que el «Reino sufre violencia» (Mt. 11,12) y entonces pienso, en todo lo que tengo que luchar y «violentarme» para ir haciendo no lo que me apetece, sino lo que verdaderamente quiero hacer... lo que sale de mis deseos más profundos... lo que sea mejor para los que menos tienen... y así poco a poco, vaya haciendo que el Reino de Dios se extienda...

y todo es a la vez, el gozo y el dolor... un dolor que puede llegar hasta la muerte... ¿me entiendes Colibrí...? seguro que no, porque aunque es fácil experimentarlo, es difícil de explicar... Es un reino de amor y de gracia, un reino de paz y de justicia, un reino de vida y de verdad... o sea que es como si fuera un mundo parecido al que nos cuentan a veces en la tele... pero al revés...en lugar de vivir cada una/o para lo que le interesa a él solo... pues al revés Colibrí... ¿un mundo donde cada uno/a se cree que puede conseguir lo que sea solo con su pura voluntad y fuerza...? pues al revés... ¿un mundo lleno de mentiras y de egoísmos...?

pues al revés Colibrí... ¿un mundo de trapicheos y de enchufes, de guerras y de desigualdades, donde unos pocos tienen tanto como los millones de hermanos y hermanas que se mueren de hambre...? pues al revés Colibrí, es algo así como intentar vivir con lo «sufi ciente» para que todas las personas del mundo puedan vivir... intentar pensar en los demás... aunque nos vaya la vida en ello... Porque el «reino de Dios» a Jesús le costó la vida... ¿te acuerdas? y si queremos que ese «reino de Dios» vaya llegando, tenemos que estar dispuestos/as a dar la vida por ello Colibrí... y mira, para esto, al tiempo que tenemos que esforzarnos, tenemos que saber que también se nos va regalando... y además, ese reino que ya ha comenzado... no se acaba nunca... es algo así como que ya está aquí, pero todavía no... ya ves que no se explicarlo bien Colibrí... pero como quien lea esto, también tiene el Reino de Dios en su interior... pues pienso que me entenderá, querido amigo Colibrí...

Justa Cantolla, ACJ.

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