En Bolivia existen unas cuatrocientas mil personas que tienen algún tipo de dificultad permanente (discapacidad). Aunque en la Constitución política del Estado se inscriben derechos específicos para esta población y existen normas que la protegen, aún persiste la negación o la vulneración de sus derechos, especialmente en todo lo referido a comportamientos discriminatorios. En el barrio de Huayna Potosí de la ciudad de El Alto (Bolivia) son muchos los niños discapacitados que no son atendidos.
El Proyecto CRIPEDI se ofrece en El Alto como un centro de rehabilitación para personas con discapacidad. El objetivo es promover el mejoramiento integral a partir de una integración multidisciplinaria, así como posibilitar al máximo el desarrollo individual de las personas discapacitadas: se quiere que estas personas sean reconocidas, tanto por el barrio, como por la comunidad.